El comercio internacional representó uno de los fenómenos histórico-económicos más relevantes de la Edad Moderna. Generó riqueza y cultura, conectó países y continentes, ocupó a hombres de diversa condición y fortuna, preocupó a pensadores, creó sistemas institucionales propios, se mezcló con la vida política de su tiempo… Los historiadores se han interesado frecuentemente en él y su estudio ha experimentado numerosas modificaciones metodológicas y conceptuales a lo largo de los años. Esta continua renovación de un tema en permanente actualidad invita a que cada cierto tiempo se celebren foros científicos en los que sea posible discutir ideas, presentar nuevos documentos, recapitular aportaciones y sugerir nuevos caminos. Por esta razón, se convoca a todos aquellos que se sientan interesados en contribuir al progreso de esta línea de investigación.
Esta subsección se destinará a estudiar el modo en que el comercio incidió sobre los sistemas sociales del Antiguo Régimen y, muy especialmente, el desarrollo de la burguesía de negocios. Tendrán cabida en ella trabajos que adopten cualquiera de las múltiples fórmulas posibles para estudiar el comercio desde una perspectiva social: aproximaciones biográficas y familiares, estudios de comunidades nacionales, análisis de redes, procesos de ennoblecimiento y aristocratización...
La historia urbana ha demostrado la estrecha relación existente entre el esplendor de las grandes capitales europeas y el comercio internacional. Este apartado se dedicará a indagar en los diferentes aspectos del medio urbano potenciados directa o indirectamente por la actividad y el capital mercantil: evolución demográfica, transformaciones urbanísticas, estructuras de producción e intercambio, constitución y dinámica de elites, manifestaciones culturales, etc.
El comercio internacional de larga distancia fue una de las actividades más sofisticadas de los sistemas económicos de la Edad Moderna. Esta subsección estudiará el comercio por dentro, en su faceta más esencial, como práctica económica en sí. Se solicitan para ella estudios sobre estructuras empresariales, evolución de mercados, volúmenes de negocio, rutas, mercancías, medios de financiación, contabilidad, archivos privados mercantiles y otros aspectos similares.
La historia política ha constatado la existencia de múltiples nexos de unión entre la vida pública y el gran comercio. Este último epígrafe abarcará aportaciones que profundicen en tales nexos y aborden temas relacionados con las estructuras institucionales propias del comercio, el diálogo de éstas con el poder político, la aportación fiscal de los mercaderes a los gastos estatales o la relación entre los intereses mercantiles y la definición de políticas generales.
El predominio tradicional de la Historia intelectual y de las ideas ha dado paso en las últimas décadas a una pluralidad de enfoques historiográficos que han complejizado el concepto de cultura y la comprensión que se tenía acerca de los modos de presencia de esta en la vida de las sociedades humanas. Así se ha producido por los historiadores tanto la valorización de todo aquello que envuelve el desarrollo de la cotidianidad, como el planteamiento de diversas propuestas que han permitido superar esquemas quizás demasiado sencillos acerca de los grandes y pequeños procesos de emisión y recepción cultural que tuvieron lugar en la Edad Moderna. El papel del individuo, el peso del entorno, los desarrollos creativos y los vericuetos de la comprensión se proponen en esta Sección para su estudio desde una perspectiva histórica que atienda a su interrelación con las emociones, los sentimientos, la imaginación y los prejuicios entendidos como factores constitutivos de las personas y las sociedades, pero también como actores que en su historicidad han marcado la vida de estas.
La ampliación del campo de los objetos historiográficos, la voluntad de hacer una historia de todos y todo, así como la multiplicación de los sujetos históricos, han contribuido a situar la amplitud de lo cotidiano en el centro de los intereses de numerosos historiadores. En esta subsección se pretenden abarcar todas las dimensiones que componían la cotidianidad de las sociedades modernas, como son la alimentación, el vestido, la casa, la vida familiar y social, el mundo del trabajo y de la subsistencia, las relaciones personales, los conflictos y los acuerdos, la caridad y la falta de ella, la precariedad y la enfermedad, la pobreza y la riqueza, la belleza y la fealdad, desde la niñez a la vejez, y ello en la diversidad impuesta por la geografía, el ámbito urbano o rural, o el espacio privado o público.
La investigación sobre la historicidad de los sentimientos y las emociones humanas ha abierto un interesante campo de trabajo. En esta subsección se incorporarán estudios sobre los sentimientos y las percepciones humanas acerca de la vida, la muerte, la naturaleza y el Más Allá, por lo que entre sus hilos conductores se encontrarán el amor, la amistad, la sexualidad, los sentimientos religiosos, la vivencia de los accidentes climáticos y las calamidades públicas, las actitudes hacia los alimentos y los animales así como hacia los objetos inanimados, el lugar de la intimidad y la privacidad, los gustos y las repulsas individuales y colectivas, los prejuicios (sociales, raciales o estamentales) y la percepción que los grupos sociales tenían de sí mismos y de los otros. Asimismo, también serán objeto de estudio las teorizaciones contemporáneas acerca de la conducta humana, y del lugar ocupado por los sentimientos y emociones en ella.
La aparición de la imprenta supuso no sólo una revolución tecnológica, sino también una profunda transformación de los modos de relación que las sociedades modernas entablaron con el libro y la escritura, así como en el significado social y cultural de estos. Por ello para esta subsección se aceptarán estudios enmarcables dentro tanto de una historia clásica del libro (imprentas, librerías, comercio del libro, instituciones educativas, maestros de primeras letras, alfabetización, bibliotecas, distribución social del libro y del escrito, escrituras expuestas, panfletos, diarios, memorias...) como de una Historia de la creación (la tarea de escritura, el proceso creador de los textos, las transformaciones debidas a los procesos de materialización impresa y relacionados con el paso del texto al formato libro, o la incidencia de los sistemas de censura en la labor intelectual) y de la nueva Historia de la lectura, dedicada a la restitución de las formas históricas de su práctica, las relaciones entabladas en torno a los objetos escritos, la reconstrucción de las comunidades de apropiación y a los procesos individuales y sociales de construcción del sentido de los textos.
El objeto de esta subsección se centra en el vasto y diverso horizonte del cómo las personas imaginaron y percibieron en la Edad Moderna el mundo y el ultramundo. Por ello se requerirán trabajos acerca de las imágenes y visiones del mundo, de los países, territorios, gentes, pueblos y sistemas sociales y religiosos generados por cronistas, escritores, viajeros, gobernantes y políticos, cartógrafos, marinos, militares, religiosos, artistas, colonos o colonizados, o simples curiosos. En este sentido, tendrán cabida aquí no solo los discursos escritos sino también la expresión de dichas construcciones de la realidad a través de la iconografía, los mapas, las obras de ciencia, los grabados o cualquier otro medio empleado para referirse a las partes o a la totalidad de lo real tal como los seres humanos de la modernidad pudieron concebirlo.